viernes, 13 de junio de 2014

Un adorno en la pared

Y la coraza un día se cayó.
El escudo de hierro forjado
cincelado a mano
a fuerza de sinsabores, miedos
criticas, ofensas y dolores...
un día no sirvió de nada.
Nada había que lo atacara...
ya la envidia, la codicia,
la mentira, el desamor,
no golpearon más
su simple cascara de metal.
Hoy es un adorno en la pared...

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